¿Cómo ganar cuando los mercados caen? Aprovechando la bidireccionalidad del trading
El mercado financiero está diseñado para que los inversionistas puedan operar en ambas direcciones: al alza y a la baja. Tradicionalmente, muchos participantes del mercado buscan oportunidades de inversión comprando activos con la esperanza de que su precio aumente con el tiempo. Sin embargo, existen estrategias que permiten beneficiarse incluso cuando los mercados están en caída.
Una de las estrategias más utilizadas en estos escenarios es la venta en corto, la cual permite generar rentabilidad en momentos de incertidumbre y recesión económica.
En este informe, abordaremos en profundidad qué es la venta en corto, cómo funciona y en qué situaciones es más efectiva. Posteriormente, analizaremos el contexto actual de la economía de Estados Unidos y cómo la renta variable podría presentar alternativas de trading para inversionistas que buscan aprovechar tendencias bajistas.
¿Qué es la venta en corto y cómo funciona?
La venta en corto (o short selling) es una estrategia de trading que permite obtener beneficios cuando el precio de un activo disminuye. Se basa en vender un activo que no se posee con la expectativa de recomprarlo más barato en el futuro y obtener una ganancia por la diferencia de precios.
En los mercados tradicionales, la venta en corto se lleva a cabo mediante el préstamo de acciones de un bróker. El inversionista vende las acciones en el mercado abierto y, si el precio baja, las recompra a un precio más bajo y las devuelve al prestamista, obteniendo la diferencia como ganancia.
En mercados de derivados, como los CFDs (Contratos por Diferencia), este proceso se simplifica, ya que los inversionistas pueden abrir posiciones en corto sin necesidad de poseer el activo subyacente ni solicitar un préstamo.
¿Cuáles son los beneficios de la venta en corto?
Existen tres razones principales por las cuales los inversionistas utilizan esta estrategia en los mercados financieros:
Generar ganancias en mercados bajistas: la guerra comercial entre Estados Unidos y China (2018-2020) generó un impacto significativo en la economía global, afectando especialmente a países exportadores de materias primas como Chile. La aplicación de aranceles sobre más de 360.000 millones de dólares en bienes chinos provocó una ralentización del crecimiento en China, reduciendo su demanda de cobre, lo que a su vez afectó los ingresos por exportaciones de Chile.
Proteger un portafolio de inversión: la venta en corto se usa con frecuencia como una estrategia de cobertura para mitigar pérdidas en posiciones largas. Por ejemplo, un inversionista con un portafolio de acciones puede tomar posiciones cortas en activos correlacionados con sus inversiones principales para compensar posibles caídas.
Capitalizar sobrevaloraciones del mercado: a lo largo del tiempo, muchos activos alcanzan precios excesivamente altos, ya sea por especulación, crecimiento descontrolado o burbujas de mercado. Cuando un activo se considera sobrevalorado, los inversionistas pueden venderlo en corto, anticipando una corrección en su precio.
¿Cuáles son los riesgos de la venta en corto?
Si bien la venta en corto es una estrategia que puede generar beneficios en mercados bajistas, también conlleva riesgos que deben ser cuidadosamente gestionados:
Pérdidas potencialmente ilimitadas
A diferencia de una compra tradicional (posición larga), donde la pérdida máxima está limitada a que el activo llegue a un valor $0, en una venta en corto la pérdida teórica es ilimitada. Si el precio del activo sigue subiendo en lugar de bajar, el inversionista deberá recomprarlo a un precio más alto, incurriendo en pérdidas significativas.
Riesgo de un Short Squeeze
Un "short squeeze" ocurre cuando demasiados inversionistas están en corto en un activo y, en lugar de bajar, el precio comienza a subir de manera abrupta. Esto obliga a los vendedores en corto a cerrar sus posiciones comprando el activo a precios elevados, lo que genera una espiral alcista que puede causar grandes pérdidas.
Un ejemplo reciente de un short squeeze fue el caso de GameStop (GME) en 2021, cuando inversionistas minoristas impulsaron el precio de la acción de manera masiva, generando pérdidas multimillonarias a los fondos de inversión que tenían posiciones en corto.
Contexto actual: ¿Oportunidades para la venta en corto?
Actualmente, la economía de Estados Unidos enfrenta señales claras de desaceleración. Varios indicadores macroeconómicos han mostrado un deterioro en las condiciones económicas, lo que podría impactar negativamente a la renta variable en los próximos meses.
Algunos de los factores clave incluyen:
Crecimiento económico en riesgo: la Reserva Federal de Atlanta ha reducido su proyección del PIB para el primer trimestre de 2025, sugiriendo un decrecimiento del 2,4% en su última actualización.

Debilidad en el consumo: el gasto del consumidor, que representa cerca del 70% del PIB de EE.UU., ha comenzado a mostrar señales de debilitamiento. La confianza del consumidor ha caído abruptamente, registrando en febrero su mayor descenso mensual desde agosto del 2021, lo que indica una señal débil en el “corazón” de la actividad económica.

Tanto la situación presente como las expectativas han registrado caídas, donde ésta última se encuentra en 72,9 puntos. Bajo el umbral de 80 puntos, suele ser tomado como una señal de recesión en el mercado.
Problemas en el Mercado Inmobiliario: la asequibilidad de la vivienda ha alcanzado su nivel más bajo en décadas debido a las tasas de interés elevadas y los altos precios de las propiedades. Esto ha provocado una caída en las ventas de viviendas nuevas y ha puesto presión en las empresas del sector.

El acceso a viviendas se encuentra en niveles históricamente bajos, mientras que los precios de las viviendas suben sin dar respiro. Esto puede generar un impacto económico mayor, especialmente por los motivos que derivaron en la Crisis Financiera del 2008.
Ventas Minoristas en descenso: las cifras recientes muestran una caída en las ventas minoristas, lo que podría impactar negativamente a empresas del sector retail y de bienes de consumo discrecional.

Las ventas minoristas comenzaron el año con una gran caída del 0,9%, resultando lejos de las expectativas (-0,2%) y dando cuenta de un menor dinamismo económico en el país norteamericano.
Temores comerciales por los aranceles de Donald Trump
En los últimos meses, el gobierno de Donald Trump ha intensificado su retórica proteccionista, generando incertidumbre en los mercados globales. Anuncios de nuevos aranceles sobre importaciones clave han despertado preocupaciones sobre una posible escalada en las tensiones comerciales.
Inicialmente, la administración de Trump anunció la imposición de aranceles de hasta el 25% sobre importaciones provenientes de diversas economías, incluyendo China, la Unión Europea, Canadá y México. Estas medidas tenían como objetivo reducir el déficit comercial de Estados Unidos y proteger a las industrias nacionales.
Sin embargo, tras una serie de negociaciones, algunas economías lograron quedar exentas de estos aranceles o consiguieron acuerdos que redujeron su impacto. Por ejemplo, Canadá y México lograron ciertas flexibilizaciones tras intensas rondas de conversaciones, mientras que la Unión Europea ha buscado acuerdos diplomáticos para evitar la imposición de barreras comerciales más severas.
A pesar de estos ajustes, el temor en los mercados sigue presente, ya que las políticas comerciales de Trump han demostrado ser impredecibles en el pasado. Las empresas y los inversionistas continúan monitoreando los riesgos de una guerra comercial que podría afectar cadenas de suministro, costos de producción y precios al consumidor.
Los sectores más sensibles a estos anuncios han sido el comercio marítimo, el sector automotriz, la tecnología y la industria manufacturera, que dependen de la estabilidad en las relaciones comerciales internacionales. Aunque algunas de las amenazas arancelarias han sido desactivadas, los mercados siguen reaccionando con cautela ante la posibilidad de nuevas decisiones abruptas que puedan impactar el comercio global.
En este contexto, la incertidumbre sigue pesando sobre la renta variable y la actividad económica mundial, con los inversionistas evaluando constantemente los riesgos asociados a cambios en la política comercial de EE.UU.
Sectores que podrían ser vulnerables a una tendencia bajista
Dado el contexto macroeconómico actual, algunos sectores podrían estar especialmente expuestos a caídas en sus valoraciones:
Tecnología y Crecimiento: empresas tecnológicas con valoraciones elevadas, como Tesla y Nvidia, podrían sufrir correcciones significativas si las condiciones económicas se deterioran.
Consumo Discrecional: compañías que dependen del gasto del consumidor, como Amazon, Starbucks y Home Depot, podrían ver una caída en sus ingresos si la demanda se desacelera.
Sector Financiero e Inmobiliario: los bancos y las empresas hipotecarias podrían experimentar presión si las tasas de interés siguen elevadas y el mercado inmobiliario continúa enfriándose.
Conclusión
El entorno económico actual presenta un panorama desafiante para la renta variable en EE.UU. Sin embargo, este tipo de escenarios pueden generar oportunidades de trading con la especulación a la baja.
Para los inversionistas que buscan beneficiarse de mercados bajistas, es fundamental contar con un plan sólido, gestionar adecuadamente el riesgo y mantenerse informados sobre las tendencias económicas y comerciales, ya que cualquier novedad puede generar un cambio en las tendencias del momento.