Trump planea nuevos aranceles a Hollywood, Bitcoin bordea los $100,000, La guerra comercial pone en jaque a la Fed.
- Matías Cortés
- 5 may
- 5 Min. de lectura
Esta semana, el mercado global se movió al ritmo de decisiones inesperadas: Trump reabre la guerra comercial con una serie de aranceles que impactan desde Hollywood hasta las importaciones chinas, mientras la Reserva Federal navega entre presiones inflacionarias y señales de recorte. Al mismo tiempo, Bitcoin rebota con fuerza y se acerca nuevamente a los $100.000, y Strategy duplica su apuesta cripto con un plan de capital de $84.000 millones.
En este Weekly, analizamos los puntos clave que están moviendo el mercado global.
Trump endurece la guerra comercial: propone impuesto del 100% a películas extranjeras
Donald Trump volvió a mover el mercado. Esta vez, no fue con China ni con el acero, sino con Hollywood. El presidente anunció su intención de imponer un arancel del 100% a las películas producidas fuera de EE. UU., abriendo un nuevo frente en su política proteccionista: la industria del entretenimiento.
Desde su red Truth Social, Trump afirmó que busca “películas hechas en Estados Unidos, otra vez” y ordenó al Departamento de Comercio iniciar el proceso para aplicar el impuesto. El anuncio se dio tras una reunión privada en Mar-a-Lago con el actor Jon Voight y el productor Steven Paul, quienes abogaban por mayores incentivos fiscales para filmar en suelo estadounidense.
El mercado reaccionó de inmediato. En la previa de la apertura en Nueva York, las acciones de grandes nombres del sector cayeron con fuerza:
📉 Netflix y Cinemark perdieron más de 5,5%.
📉 Disney, Paramount y Warner Bros. bajaron cerca de un 3%.
La medida, aún sin detalles claros, plantea distintas preguntas:¿se aplicará solo a nuevas producciones? ¿qué pasa con películas rodadas en EE. UU. pero con postproducción internacional? ¿y con coproducciones globales?
Hollywood, desde hace años externaliza parte de sus producciones por costos y beneficios fiscales. Películas como Avatar (filmada en Nueva Zelanda) o Avengers: Endgame (con locaciones en Reino Unido y Escocia) son algunas de talla mundial que se han rodado fuera de Estados Unidos.
La producción audiovisual en EE. UU. cayó un 28% desde 2021, mientras países como Canadá, Australia o Reino Unido captan cada vez más proyectos gracias a incentivos fiscales y menores costos.
Este nuevo giro se suma al reciente movimiento de China, que redujo el cupo de películas estadounidenses en su territorio en respuesta a aranceles previos de Trump, tensando aún más una industria que depende de la distribución global.
Bitcoin vuelve a mirar los $100,000
Tras semanas de volatilidad, la criptomoneda más importante del mundo retomó su impulso alcista y se acerca nuevamente en torno a los $100,000, alcanzando su nivel más alto desde fines de febrero.
Hace apenas unas semanas, el panorama era muy distinto: el impacto de sus medidas arancelarias establecidas por Donald Trump, ha hecho que los activos de riesgo—incluyendo cripto—sufrieran un desplome. BTC llegó a retroceder casi un 30% desde su récord de $109,000 alcanzado el 20 de enero.
Pero el rebote ha sido igual de intenso. Solo la semana pasada, los ETFs de Bitcoin y Ether captaron más de $3.200 millones. El iShares Bitcoin Trust (IBIT) lideró con ingresos por $1.500 millones, marcando su mayor entrada de capital en lo que va del año, según Bloomberg.
El apetito por el riesgo regresa al mercado, empujado por una mayor demanda spot y operaciones de momentum. Aun con su vínculo dinámico con activos tradicionales como el oro o las acciones, Bitcoin se mantiene como termómetro del sentimiento global.
Strategy redobla su apuesta por Bitcoin: sube su plan de compra a $84.000 millones
Michael Saylor lo vuelve a hacer. Strategy (antes MicroStrategy) duplicó su programa de adquisición de capital hasta los $84.000 millones de dólares, a pesar de haber reportado una pérdida contable histórica de $4.200 millones en el primer trimestre.
El golpe en los estados financieros vino tras un cambio en la normativa contable que obliga a valorar las tenencias de Bitcoin a precios de mercado. La compañía posee actualmente cerca de $53.000 millones en BTC, y el ajuste arrastró sus números al rojo.
Pero lejos de frenar, Saylor duplicó la apuesta: emitió $21.000 millones en nuevas acciones ordinarias. Amplió su programa de deuda de $14.600M a $42.000M.
Resultado: un plan total de capitalización de $84.000 millones, enfocado casi exclusivamente en seguir comprando Bitcoin.
Saylor ha transformado a Strategy en un proxy apalancado de BTC, impulsando la narrativa de que el balance de una empresa puede convertirse en un vehículo de inversión cripto. Desde 2020, sus acciones se han disparado más de un 3.000%, eclipsando a la mayoría de los gigantes del S&P 500.
El negocio tradicional de software, mientras tanto, cayó 3,6% en ingresos durante el trimestre. Pero eso parece ser solo un pie de página en la historia que Saylor está escribiendo: usar capital—propio o prestado—para acumular Bitcoin.
El movimiento también marca un punto de inflexión para el ecosistema:
Cada vez más empresas están adoptando la estrategia “Saylor-style” con fondos privados, deuda convertible y equity preferente. Incluso surgen nuevos competidores como Twenty One Capital, respaldado por Cantor Fitzgerald, Tether y SoftBank, que también busca acumular
Caos como estrategia: la guerra comercial de Trump complica a Powell… y a todos
La incertidumbre ya no es un efecto colateral. Es la estrategia.
Para las empresas: los aranceles impredecibles impiden calcular costos de importación, márgenes y abastecimiento.
Para la Fed: es casi imposible proyectar inflación, consumo y empleo con precisión.
En palabras de su secretario del Tesoro, Scott Bessent, esto es “incertidumbre estratégica”: una doctrina que propone usar el desorden como herramienta de negociación. El problema es que, mientras Trump juega al "póker" comercial, los demás jugadores—empresas, bancos centrales, mercados—juegan a ciegas.
Powell enfrenta un dilema complejo:
Aranceles más altos pueden subir la inflación → justificación para mantener o subir tasas.
Pero también pueden frenar consumo e inversión → presión para recortar tasas.
El mercado ya anticipa recortes en septiembre, cuando se espera que la presión inflacionaria disminuya. Sin embargo, analistas como Michael Hanson (JP Morgan) advierten que este entorno es inusualmente opaco: los modelos tradicionales de la Fed no están hechos para este nivel de volatilidad política-comercial.
Y aunque se lleguen a acuerdos, no se espera una reversión total. Muchos aranceles—como el 10% base, los metales, autos y nuevos productos como semiconductores o fármacos—seguirán en pie.
En resumen, el caos comercial no es un accidente, es parte del guión. Pero este guión tiene consecuencias reales sobre inversión, precios y decisiones de política monetaria.
¿Y los empresarios? Como Tuchler, muchos prefieren arriesgar y seguir adelante, antes que quedarse sin stock en Navidad. En un mundo donde el riesgo es parte del plan, ganar tiempo puede ser más valioso que ganar claridad.
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