¿Trump y una posible recesión? El desafío de China para el 2025, Se aleja el acuerdo de compra de Intel y Las acciones de Tesla caen
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump no descarta una posible recesión, lo que genera incertidumbre en los mercados. Mientras tanto, China hace frente con una persistente presión desinflacionaria y riesgos comerciales que podrían afectar su crecimiento. En Wall Street, tras un sólido desempeño en los últimos 12 meses, los analistas advierten sobre una posible corrección bursátil impulsada por la baja confianza del consumidor y el aumento del desempleo. Empresas clave como Intel y Tesla también enfrentan agitaciones: los inversores de Intel pierden confianza en una posible reestructuración, mientras que las acciones de Tesla caen tras el ajuste a la baja de sus proyecciones de ventas.
Trump y la incertidumbre económica: ¿los aranceles afectarán el crecimiento de EE. UU. en 2025?
La economía de Estados Unidos enfrenta un panorama poco claro mientras el presidente Donald Trump evita descartar una posible recesión en 2025. En una reciente entrevista con Fox News, Trump señaló que su agenda económica podría generar turbulencias a corto plazo, aunque insiste en que su estrategia fortalecerá al país a largo plazo.
La administración Trump ha impulsado una serie de reformas económicas centradas en la imposición de aranceles a socios comerciales clave como México y Canadá, la reducción de regulaciones y recortes fiscales. Sin embargo, la incertidumbre generada por estas medidas ha impactado en los mercados financieros y en la confianza empresarial.
A pesar del crecimiento económico y el bajo desempleo que se han mantenido en los últimos meses, algunos analistas advierten sobre signos de tensión, como una desaceleración en el gasto de los consumidores y un incremento en la inflación. Los mercados reaccionaron con volatilidad ante los cambios en las políticas comerciales de Trump, con el Promedio Industrial Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite cerrando a la baja la semana pasada.
Si bien el mercado bursátil se recuperó a finales de 2024 impulsado por el optimismo en torno a la agenda de Trump, las fluctuaciones recientes han generado preocupación. La suspensión de los aranceles del 25% sobre automóviles y repuestos provenientes de México y Canadá, menos de 48 horas después de su implementación, refleja la falta de claridad en la estrategia comercial del gobierno.
Trump ha insistido en que los aranceles fortalecerán a la economía estadounidense, aunque ha reconocido que podría haber "cierta perturbación" en el proceso. En su discurso ante el Congreso, defendió su política comercial, señalando que estos ajustes son necesarios para consolidar una economía más fuerte a largo plazo.
A pesar de la generación constante de empleos en febrero, los economistas advierten que el mercado laboral podría debilitarse en los próximos meses. Factores como los despidos, la reducción de la financiación gubernamental, la incertidumbre arancelaria y las restricciones a la inmigración podrían impactar negativamente en el crecimiento del empleo.
Además, el viernes ven como fecha límite para la aprobación de fondos federales por parte del Congreso para que apruebe más financiación y así evitar un cierre del gobierno.
China enfrenta presiones desinflacionarias y riesgos comerciales en 2025
China continúa enfrentando desafíos económicos en 2025, con una persistente presión desinflacionaria y nuevas amenazas comerciales que podrían afectar su crecimiento. En febrero, el índice de precios al consumidor (IPC) cayó un 0,7% interanual, revirtiendo el aumento del 0,5% registrado el mes anterior, según la Oficina Nacional de Estadísticas. Este descenso refleja tanto la desaceleración del consumo interno como los efectos de una base de comparación elevada debido al Año Nuevo Lunar.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por estimular la demanda interna, los consumidores chinos siguen mostrando cautela al gastar, lo que podría comprometer la recuperación económica. El primer ministro Li Qiang anunció un ambicioso objetivo de crecimiento del 5% para 2025, respaldado por un aumento del endeudamiento público y medidas para fortalecer el consumo. Sin embargo, las crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos y la imposición de nuevos aranceles en febrero y marzo amenazan con ralentizar el comercio exterior, un pilar clave de la economía china.
Las exportaciones, que representan un motor fundamental del crecimiento chino, crecieron apenas un 2,3% interanual en el primer bimestre del año, muy por debajo de las expectativas del mercado. Los analistas atribuyen esta desaceleración a la anticipación de restricciones comerciales y a las alzas arancelarias impuestas por la administración estadounidense. Se espera que estos efectos se intensifiquen en los próximos meses, presionando a Pekín a implementar nuevas medidas de estímulo económico.
En un intento por abordar la desinflación, el gobierno redujo su meta de inflación al consumidor al 2% para 2025, la más baja en más de dos décadas. Esta decisión refleja la preocupación por los efectos de la caída de precios en la inversión empresarial y el crecimiento económico. Economistas advierten que China podría enfrentar una situación similar a la de Japón en los años 90, cuando la deflación prolongada llevó a una crisis económica de largo plazo.
Otro factor que contribuye a la incertidumbre económica es la crisis del sector inmobiliario, que sigue sin tocar fondo. Las políticas anunciadas hasta ahora para impulsar el consumo han generado escepticismo entre los analistas, quienes consideran que se requieren medidas fiscales más agresivas, como mayores inversiones en seguridad social y salud pública, para incentivar el gasto de los hogares.
Además, el índice de precios al productor (IPP) cayó un 2,2% en febrero, marcando su vigésimo quinto mes consecutivo en terreno negativo. Esta caída prolongada refleja el exceso de capacidad en ciertos sectores industriales, lo que ha intensificado las tensiones comerciales globales. En respuesta, el gobierno chino ha prometido ajustes estructurales en la oferta para reducir la capacidad ineficiente y mejorar la competitividad de su industria manufacturera.
Con un panorama económico desafiante, las autoridades de Pekín deberán equilibrar la necesidad de mantener la estabilidad financiera con la implementación de estímulos efectivos que revitalicen el consumo y las inversiones. La evolución de la relación comercial con Estados Unidos y las políticas internas determinarán en gran medida si China logra alcanzar su meta de crecimiento en 2025 o si se enfrenta a un año de mayor incertidumbre económica.
¿El mercado de valores se encamina a una corrección? 5 señales clave a observar
El mercado de valores estadounidense, tras un rendimiento superior al resto del mundo en los últimos 12 meses, podría estar acercándose a una corrección. Factores como la disminución de la confianza del consumidor, la persistente inflación y el aumento de solicitudes de subsidios por desempleo están generando preocupación entre inversores y analistas.
El modelo GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta ya sugiere una contracción económica para el primer trimestre de 2025. A nivel global, una posible guerra comercial, problemas financieros en los gobiernos y el aumento del riesgo geopolítico podrían acelerar una liquidación del mercado.
Sin embargo, la señal es mixta: mientras algunos inversores están reduciendo su exposición a EE.UU., otros aún muestran confianza en el mercado. En este escenario de incertidumbre, es clave seguir de cerca los siguientes cinco indicadores:
1. Rendimiento de otros mercados frente a EE.UU.
En lo que va del año, el EURO STOXX 50 y el Hang Seng Index han superado al S&P 500 y al Dow Jones, lo que podría indicar una rotación de capital fuera del mercado estadounidense.
Según Bank of America, las asignaciones a acciones estadounidenses disminuyeron al 17% en febrero, cayendo desde el 19% en enero y el 36% en diciembre. Esta salida de capital podría marcar el fin de una tendencia de optimismo en los mercados de EE.UU.
2. Movimientos en el mercado de divisas
El dólar estadounidense ha alcanzado niveles históricamente altos frente al dólar canadiense (1.45 CAD) y el euro (0.97 EUR). Un dólar fuerte podría significar que los inversores buscan refugio, lo que puede derivar en menor competitividad para las exportaciones estadounidenses y afectar el crecimiento económico.
3. Acumulación de efectivo en fondos del mercado monetario
Los inversores parecen estar reteniendo efectivo en niveles históricamente altos. De acuerdo con Richard Bernstein Advisors, 7 billones de dólares se encuentran en fondos del mercado monetario, una señal clara de aversión al riesgo.
Sin embargo, la encuesta de Bank of America revela que las tenencias de efectivo en carteras institucionales han caído al 3.5% en febrero, el nivel más bajo desde 2010. Históricamente, un nivel tan bajo de efectivo ha funcionado como una señal de venta contraria para los activos de riesgo.
4. Aumento en la demanda de oro
El oro es considerado un refugio seguro en tiempos de incertidumbre. Las tasas de arrendamiento del oro han aumentado en Londres y caído en Nueva York, lo que sugiere un incremento en la demanda por parte de inversores estadounidenses que buscan protegerse ante una posible caída del mercado.
5. Mercado de bonos del Tesoro y tasas de interés reales
La caída en las tasas de interés reales del Tesoro de EE.UU. puede tener dos explicaciones:
Los inversores buscan activos seguros ante el temor a una recesión.
Se percibe que la administración Trump reducirá el gasto público, disminuyendo la prima de riesgo de la deuda estadounidense.
Sin embargo, otros indicadores refuerzan la primera hipótesis, como la debilidad en la confianza del consumidor.
Aún hay señales de complacencia en el mercado
A pesar de los movimientos hacia activos más seguros, algunos factores indican que los inversores aún no han asumido completamente el riesgo de una corrección:
Los diferenciales de crédito siguen estrechos, lo que sugiere que los inversores no han migrado masivamente hacia bonos del Tesoro.
Los sectores defensivos no han superado a los cíclicos, lo que indica que el mercado aún no entra en modo "pánico".
El volumen de activos en ETFs apalancados sigue alto, representando el 8% del mercado de ETFs (81 mil millones de dólares), frente al 2% en 2016.
Las opciones de venta son relativamente baratas, lo que sugiere que los inversores no están comprando protección contra una caída significativa.
La lectura de estos indicadores sugiere que los inversores institucionales están comenzando a prepararse para una caída del mercado, mientras que los inversores minoristas aún mantienen posiciones de riesgo.
Históricamente, cuando las señales de alerta comienzan a acumularse, la volatilidad puede aumentar rápidamente. Estar atento a estos cinco indicadores clave podría ser fundamental para anticiparse a una posible corrección en los mercados financieros.
¿Se aleja la posibilidad de un acuerdo con Intel?
Los inversores de Intel Corp. parecen estar perdiendo la confianza en las especulaciones sobre una posible división de la compañía en dos entidades separadas como parte de un gran acuerdo de fusión.
El CEO de Broadcom Inc., Hock Tan, declaró recientemente en la conferencia de resultados de la compañía que estaba "demasiado ocupado" para enfocarse en fusiones y adquisiciones, debilitando aún más las expectativas de que Intel lograra vender su negocio de diseño de chips.
El impacto en las acciones de Intel ha sido moderado. A pesar de la incertidumbre, las acciones de la compañía cayeron apenas una fracción el viernes, lo que sugiere que los inversionistas ya habían descartado la posibilidad de una fusión incluso antes de los comentarios de Tan. Sin embargo, en un contexto más amplio, las acciones de Intel han bajado alrededor del 25% desde su máximo anual de $27,39 alcanzado el 18 de febrero.
El Wall Street Journal informó el mes pasado sobre conversaciones preliminares dentro de Broadcom sobre una posible oferta para adquirir el negocio de diseño de chips de Intel. Paralelamente, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. Ltd. (TSMC) evaluaba tomar el control de parte de las operaciones de fundición y fabricación de Intel.
Sin embargo, este escenario parece menos probable ahora, especialmente después de las declaraciones del expresidente Donald Trump en contra de la Ley de Chips de EE.UU. Durante su discurso ante el Congreso, Trump calificó la ley como "algo horrible" y destacó el compromiso de TSMC de invertir $100,000 millones en sus fábricas en suelo estadounidense.
Trump también argumentó que fabricantes como TSMC estaban motivados a expandirse en EE.UU. debido a los aranceles comerciales en lugar de los incentivos proporcionados por la Ley de Chips. "Vendrán porque no tendrán que pagar aranceles si construyen en Estados Unidos", afirmó ante el Congreso. "Deberían deshacerse de la Ley de Chips".
Este panorama ha generado reacciones mixtas entre los inversionistas. En febrero, el vicepresidente JD Vance promovió la manufactura de chips en EE.UU. durante una gira por Europa, lo que impulsó las acciones de Intel bajo la expectativa de que Trump pudiera facilitar una fusión para la empresa. Sin embargo, tras los recientes anuncios, algunos expertos creen que Intel ha quedado relegado en el juego de la geopolítica de los semiconductores.
Desde Silicon Valley, una alianza entre Intel y su histórico competidor, TSMC, nunca fue bien vista. David Yoffie, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y exmiembro del directorio de Intel, señaló que "Intel siempre ha operado con un proceso diferente al de TSMC". En un artículo publicado en Fortune, Yoffie argumentó que una fusión de esta naturaleza no sería beneficiosa para ninguna de las partes.
Uno de los mayores desafíos de Intel sigue siendo su capacidad para atraer clientes de peso a su división de fabricación. Según Stacy Rasgon, analista de Bernstein Research, la empresa aún no ha logrado desarrollar una mentalidad de servicio al cliente similar a la de TSMC, lo que limita su éxito en el negocio de fundición. "Intel necesita una transformación en su enfoque hacia los clientes si quiere competir con TSMC", destacó Rasgon en una nota reciente para inversores.
Otra barrera significativa para Intel ha sido la pérdida de liderazgo en tecnología de procesos. Aunque la compañía ha progresado con su tecnología de próxima generación, conocida como 18a, sigue estando ligeramente por detrás de TSMC en términos de nodos de fabricación.
El futuro de Intel dependerá de su capacidad para recuperar su ventaja competitiva en la fabricación de chips y de la evolución de las tensiones comerciales entre EE.UU. y Asia. Mientras tanto, los inversionistas seguirán atentos a cualquier nueva señal sobre una posible reestructuración o venta de activos clave dentro de la empresa.
Las acciones de Tesla caen: previsiones de ventas preocupan a los inversores
Las acciones de Tesla continúan en descenso mientras los analistas ajustan a la baja sus estimaciones de ventas. La incertidumbre económica y la posible recesión en 2025 generan preocupaciones en el mercado.
El lunes, las acciones de Tesla Inc. (NASDAQ: TSLA) registraron una caída del 7,8%, cerrando en $242,09 por acción. Este descenso refleja el escepticismo de los inversores ante las nuevas proyecciones de ventas del fabricante de vehículos eléctricos.
El analista de UBS, Joseph Spak, redujo su estimación de entregas del primer trimestre de 437.000 a 367.000 vehículos. Además, ajustó su previsión para 2025 a 1,7 millones de unidades, muy por debajo del consenso del mercado, que rondaba los 2 millones. Como resultado, rebajó su recomendación a "vender" y redujo su precio objetivo de $259 a $225 por acción.
La volatilidad y la incertidumbre podrían seguir marcando el rumbo del petróleo, con los inversores atentos a cualquier señal de estabilización o nuevos ajustes en la oferta global.
Si deseas conocer más sobre los factores que influirán en el precio del petróleo en 2025, te invitamos a ver la repetición del webinar de Roberto Bonifaz, donde analiza en detalle el comportamiento del WTI para este año.
El mercado bursátil en general también experimentó una jornada negativa. El S&P 500 cayó un 1,8% y el Dow Jones Industrial Average un 0,8%. La incertidumbre se agravó tras las declaraciones del expresidente Donald Trump en una entrevista el domingo, donde no descartó una posible recesión en 2025. "Odio predecir una recesión, pero hay un período de transición", afirmó Trump.
Por su parte, Elon Musk, CEO de Tesla, ha generado controversia con su participación en el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump. Su vinculación con DOGE también ha generado volatilidad en las acciones de Tesla, ya que el 20 de febrero las búsquedas en Google de "DOGE" superaron a las de "Tesla".
A pesar del panorama desafiante, algunos analistas mantienen una visión optimista sobre la compañía. Tesla está en camino de desbloquear un valor significativo mediante el desarrollo de inteligencia artificial, su proyecto de taxis autónomos y su incursión en la robótica humanoide.
Mientras tanto, los inversores seguirán atentos a la evolución del sentimiento del mercado y a las próximas decisiones estratégicas de Tesla. ¿Será capaz la compañía de revertir la tendencia bajista y recuperar la confianza de los inversores?
