¿Qué son los aranceles y la importancia para Donald Trump?
- Capitaria
- 22 jul
- 7 Min. de lectura
Desde el segundo mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hemos visto cómo ha ido escalando su "guerra comercial" a más de 100 países del mundo, mediante su política arancelaria. Pero, ¿Realmente comprendes qué es un arancel? ¿Para qué sirve? ¿Por qué es tan importante para la economía de un país? Y ¿Por qué Trump tiene esta obsesión en aumentar las tarifas a los exportadores y a los importadores?
En este artículo, te vamos a explicar en detalle para qué sirven los aranceles y la urgencia que tiene Trump en imponer estas "barreras" a los productos importados en Estados Unidos. Una vez termines de leer este post, podrás identificar perfectamente las razones del presidente estadounidense sobre este tipo de tarifas a sus socios comerciales.
¿Qué es un arancel?
Antes de analizar sus efectos, es fundamental comprender qué es un arancel.
Un arancel es un impuesto aplicado a bienes importados, con el objetivo de modificar los precios relativos en una economía. Tienen distintas finalidades como: aumentar la recaudación fiscal, incentivar el crecimiento interno y/o regular el comercio internacional. En la mayoría de los casos, su uso se da a través de la influencia de un país por sobre otras naciones.
Existen dos tipos principales de aranceles: él ad valorem, que se calcula como un porcentaje sobre el valor del bien importado, y el específico, que se aplica como una cantidad fija por unidad importada.
Durante su mandato, Donald Trump utilizó principalmente aranceles ad valorem, con el objetivo de maximizar la presión sobre sus socios comerciales y generar un impacto significativo en la balanza comercial de Estados Unidos.
Ahora que ya entendemos qué es y para qué sirve un arancel, pasaremos a revisar brevemente la historía arancelaria en Estados Unidos.
Este artículo es parte de un informe que realizado el departamento de estudios de Capitaria, donde se analiza en detalle los efectos económicos en la política arancelaria de Trump para el 2025. Lo puedes ver y descargar acá.
Historia arancelaria en Estados Unidos
EE.UU. ha aplicado políticas arancelarias en distintos periodos de su historia, con cambios significativos en su enfoque a lo largo del tiempo. Antes de 1913, los aranceles fueron una fuente clave de recaudación fiscal, constituyendo la base del financiamiento del gobierno. Sin embargo, con la introducción del impuesto a la renta (1913), su papel en la generación de ingresos se redujo, aunque siguieron utilizándose para proteger la industria nacional frente a la competencia extranjera.
En 1930, tras la Gran Depresión, se promulgó la Ley de Aranceles Smoot-Hawley, que incrementó los
impuestos a las importaciones en un 20 % en promedio. Esta medida provocó represalias comerciales por parte de otros países, reduciendo el comercio global y agravando la crisis económica. En respuesta, entre 1947 y 1995 se inició un período de libre comercio, con la firma de acuerdos internacionales como el GATT y la OMC, que promovieron la reducción de aranceles y la expansión del comercio global.
Pese a esta tendencia, en ciertos momentos se volvieron a introducir aranceles estratégicos. En 2002, en el gobierno de George W. Bush, se impuso un 30 % de aranceles al acero, mientras que en 2009, Barack Obama aplicó un 35 % a los neumáticos chinos, aunque ambas medidas fueron temporales y dirigidas a sectores específicos. Sin embargo, fue Donald Trump, en su administración entre 2017 y 2021, quien utilizó los aranceles de manera más agresiva, justificando su implementación como un mecanismo para corregir desequilibrios comerciales y proteger la industria estadounidense.
Política arancelaria de Donald Trump en su gobierno pasado
Durante su administración anterior, Donald Trump implementó una política comercial fuertemente proteccionista con el objetivo de reducir el déficit comercial y fortalecer la industria estadounidense.
Sus medidas arancelarias generaron tensiones con socios clave y provocaron incertidumbre en los
mercados, afectando tanto el comercio global como la inversión privada.
Entre 2018 y 2020, la guerra comercial con China marcó un punto de inflexión en la estrategia comercial de EE.UU. Trump impuso aranceles a bienes chinos valorados en más de 360.000 millones de dólares, lo que desató represalias por parte de China, especialmente contra exportadores agrícolas y tecnológicos estadounidenses. Además, en 2018, EE.UU. aplicó un arancel del 25 % sobre el acero y del 10 % sobre el aluminio, lo que generó fricciones con socios como Canadá, México y la Unión Europea.
En 2019, el mandato de Trump amenazó con imponer aranceles progresivos de hasta el 25 % a todas las importaciones provenientes de México, vinculando esta medida a cuestiones migratorias. Sin embargo, la presión política y diplomática llevó a suspender la medida tras un acuerdo entre ambos países.
En enero de 2020, el acuerdo comercial "Fase 1" con China alivió parcialmente las tensiones,
reduciendo algunos aranceles a cambio de un compromiso chino de aumentar sus compras de productos estadounidenses. No obstante, la incertidumbre generada por la guerra comercial afectó la inversión y contribuyó a la volatilidad de los mercados. El impacto se extendió más allá de EE.UU. y China, afectando las cadenas globales de valor y la estabilidad del comercio internacional.
Para mayor profundidad y análisis, te invitamos a leer y descargar el reporte completo que hicimos sobre los aranceles de Trump en el 2025. Descárgalo acá.
Nuevos aranceles de Trump en el 2025
En su segundo mandato, el presidente Donald Trump ha reactivado su ofensiva comercial con una nueva ola de aranceles, generando alta volatilidad en los mercados y tensión entre los principales bloques económicos. El plan comenzó con tarifas del 25% a las importaciones desde Canadá y México, sumado a un 10% inicial sobre bienes chinos, que luego escalaron progresivamente hasta alcanzar un 145% total sobre productos de China.
A esta ofensiva se sumaron aranceles universales del 10% para todas las importaciones y un castigo específico del 34% adicional contra China, extendiendo también el alcance hacia sectores como la
tecnología, autopartes, productos agrícolas, acero, aluminio y cobre. Aunque este último no fue directamente gravado, su demanda anticipada se ha visto afectada por la incertidumbre industrial global.
China respondió con un arancel del 125% y sanciones no arancelarias, elevando el conflicto a niveles sin precedentes. Sin embargo, EE.UU. anunció una pausa de 90 días en aranceles a 75 países aliados
(excluyendo a China), y se discute una exclusión parcial al sector de semiconductores (con tasas reducidas entre 10% y 20%), lo que dio cierto alivio a los mercados. Todo esto ha generado
un ambiente de constante volatilidad, marcado por la pérdida de apetito por riesgo.
El conflicto no solo impacta el comercio, sino también las expectativas globales, las decisiones de
política monetaria y la estabilidad de los flujos de capital.
Desde febrero hasta hoy, julio del 2025, la política arancelaria de Trump ha tenido distintos movimientos, especialmente en la postergación de entradas en vigor a los distintos países. Estas son algunas fechas más importantes durante la cronología desde que Trump comenzó su implementación de tarifas a sus principales socios comerciales.
3 de mayo: entra en vigor un arancel del 25% sobre las autopartes.
4 de mayo: Trump propone un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Hollywood.
8 de mayo: Estados Unidos y la Unión Europea, anuncian acuerdo comercial. Trump se compromete a mantener un arancel del 10% a los productos británicos.
12 de mayo: Pekín y Washington acuerdan reducir los aranceles durante una tregua de 90 días mientras llegan a un acuerdo en las reuniones comerciales en Ginebra. EE.UU. redujo los aranceles de un 145% a un 30%, mientras que China los redujo del 125% al 10%.
23 de mayo: Trump dice que impondrá un arancel del 25% a todos los productos Apple que se fabriquen fuera de Estados Unidos. Por otro lado, dijo que estaba considerando aplicar un arancel 50% a la UE, a partir del 1 de junio.
25 de mayo: Donald Trump retira los aranceles a la Unión Europea y confirma que entrarán en vigencia a partir del 9 de julio.
4 de junio: los aranceles al acero y aluminio se duplican, llegando al 50%.
2 de julio: Trump llega a un acuerdo con Vietnam y deja un arancel del 20% a las exportaciones vietnamitas y un 40% al trasbordo. Eso aplica solo para productos fabricados en otros países y enviados a Vietnam, para luego ser exportados a Estados Unidos. Todos los productos estadounidenses exportados a Vietnam estarán libres de impuestos.
7 de julio: Washington confirma que extenderá la pausa arancelaria recíproca hasta el 1 de agosto. Además, Trump dijo que impondrá un arancel del 10% a todos los países que se alineen con las políticas antiamericanas de los BRICS. Estos países incluyen: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, entre otros.
8 de julio: Trump establece un arancel del 50% a todas las importaciones de cobre.
9 de julio: el presidente de EE. UU. anuncia un arancel del 50% a todos los productos brasileños.
10 de julio: Donald Trump comunica en su cuenta de Truth Social, que aplicará aranceles del 35% a todos los productos provenientes de Canadá.
12 de julio: se confirma que Trump impondrá aranceles del 30% a la UE y México, los cuales comenzarán a regir el 1 de agosto.
Efectos de los aranceles en las divisas
La "guerra comercial" que ha estado liderando Trump desde inicios de año, ha generado una alta volatilidad en los mercados cambiarios. En un inicio, el dólar estadounidense se fortaleció como activo de refugio, pero con el avance del conflicto, las señales de desaceleración Estados Unidos y expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed generó un retroceso frente a otras monedas.
Monedas emergentes como el peso chileno, el peso mexicano, el real brasileño y el sol peruano mostraron una recuperación parcial tras fuertes caídas, apoyadas por el repunte de materias primas y la pausa arancelaria para socios de EE.UU., pero nuevamente mostraron debilidad frente a monedas
más sólidas a nivel mundial. En contraste, el yuan chino cayó a mínimos desde 2007 tras quedar fuera
de las excepciones comerciales.
Por su parte, el franco suizo se ha fortalecido con fuerza, reafirmando su rol como refugio ante la creciente incertidumbre global.
En este escenario, varios bancos centrales han intervenido o anticipado estímulos para contener la
volatilidad y sostener la competitividad externa. El comportamiento de las divisas seguirá condicionado por la evolución del conflicto y las decisiones de política monetaria global.
Analizamos en profundidad distintos pares de divisas y cómo han reaccionado con los aranceles impuestos por Trump. Estudiamos el impacto en el USD/MXN, USD/CLP y EUR/USD. Descarga acá el reporte completo.
Conclusiones
Ya para ir cerrando este artículo, en resumen, los aranceles y restricciones comerciales alteran costos de producción, reducen márgenes de ganancia y obligan a los bancos centrales a ajustar sus políticas
monetarias para contener el impacto en el crecimiento y la inflación.





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