Semana clave para los mercados: China, Reino Unido, EE.UU. y BCE
15 de abril de 2025
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Esta semana viene cargada de datos que pueden marcar el ritmo de los mercados globales. Desde China conoceremos cifras clave sobre su economía, mientras que en Reino Unido y EE.UU. se publican indicadores que podrían mover divisas, tasas y commodities. Además, el jueves el Banco Central Europeo se roba la atención con una reunión clave que podría dar pistas sobre lo que viene para la política monetaria en Europa. Aquí te contamos qué mirar y por qué importa.
China publica su PIB y producción industrial
Este martes 15 de abril tendremos datos clave desde China que pueden mover fuerte los mercados: el Producto Interno Bruto y la producción industrial. Son dos indicadores que reflejan el ritmo del crecimiento económico y el dinamismo de la actividad fabril en el principal consumidor de materias primas a nivel global.
Si los resultados vienen sólidos, podríamos ver un impacto inmediato en los mercados. Un buen dato del PIB suele impulsar el precio del cobre y en general mejora el apetito por riesgo en los inversionistas. Para Chile, esto se traduce en una mejora en los términos de intercambio, lo que ayuda directamente al peso chileno. En ese contexto, el USDCLP podría mostrar un sesgo bajista si los datos superan las expectativas.
Además, un impulso en el crecimiento chino favorece a los metales industriales en general, y también podría generar movimientos positivos en los sectores cíclicos y globales del S&P 500, que suelen reaccionar bien ante señales de una economía global más fuerte.
Inflación en Reino Unido y ventas minoristas en EE.UU.
El miércoles 16 de abril viene cargado con dos datos importantes que podrían influir en la dirección de las principales monedas y activos globales.
Desde el Reino Unido conoceremos el IPC, que nos mostrará el nivel de presión inflacionaria en la economía británica. Este dato es clave porque ayuda a ajustar las expectativas sobre la política monetaria del Banco de Inglaterra. Si la inflación resulta más alta de lo esperado, la libra podría fortalecerse frente a otras divisas, lo que a su vez presionaría a la baja al Dólar Index. En cambio, una inflación más baja reforzaría una postura más flexible del banco central británico. Para el USDCLP, un debilitamiento del Dólar Index suele traducirse en una apreciación leve del peso chileno.
Ese mismo día, Estados Unidos publica las ventas minoristas, un termómetro esencial para medir el comportamiento del consumo, que representa una parte importante del PIB estadounidense. Si el dato viene por encima de lo esperado, reforzaría al Dólar Index y podría empujar las tasas de interés al alza, ya que sugiere que la economía sigue sólida. Por el contrario, un resultado más débil aumentaría las apuestas de recortes en la tasa de interés por parte de la Fed.
En ese escenario, el dólar podría perder fuerza y el peso chileno beneficiarse. Además, un dólar más débil suele jugar a favor del oro, que tiende a subir cuando el billete verde cae. Y para el S&P 500, un dato moderado o débil, que indique una desaceleración suave del consumo, podría ser bien recibido por los mercados si se interpreta como una señal de "aterrizaje suave" de la economía.
Reunión de política monetaria del BCE
El jueves será el turno del Banco Central Europeo, que celebrará una de sus reuniones más observadas por el mercado. No se esperan cambios en la tasa de interés, pero el foco estará completamente en el tono del comunicado y las pistas que puedan dar sobre los próximos pasos. En particular, los inversionistas estarán atentos a cualquier señal sobre posibles recortes a partir de junio.
Si el mensaje del BCE es más bien dovish, es decir, si muestra apertura a relajar la política monetaria pronto, el euro podría debilitarse frente al dólar, lo que fortalecería al Dólar Index. Por el contrario, si el tono es más firme o hawkish —es decir, si indican que aún no están listos para bajar las tasas—, el euro podría fortalecerse y el dólar perder algo de terreno.
Un dólar más fuerte podría empujar al USDCLP al alza, mientras que un euro fortalecido presionaría al dólar a la baja, favoreciendo al peso chileno. En paralelo, si el BCE toma una postura que refuerce la liquidez global, eso podría ser bien recibido por el S&P 500. Y como siempre, el oro reaccionaría en dirección contraria al movimiento del dólar: si el dólar sube, el oro tiende a bajar; y si el dólar pierde fuerza, el oro suele recuperarse.